-Tíos,
¿habéis visto mi móvil?
Todos
negaron la cabeza. Genial. A que me lo había dejado en el salón de las chicas.
Esto era el karma por haber estado toda la jodida tarde más centrado en Marie
que en lo que hacía.
-¿Creéis
que las chicas duermen?
-Vamos
a ver Harold, como todo ser humano las chicas duermen. Es obvio.- Respondió
Louis con los ojos cerrados, los brazos cruzados alrededor del pecho y con una
expresión de haber dicho la mayor verdad del mundo.
Estaba
demasiado a mano para soltarle una ostia.
-Gracias
Tomlinson, me aterraba pensar que quizás fueran unos extraterrestres.
-¿Sabes
Louis?- dijo Liam- Deberían darte un premio por subnormal.
-¡Oh
gracias Payne! No eres el primero que lo dice.
Me
levanté del sofá y fui a mi habitación, las luces de la habitación de Marie
estaban apagadas, pero parecía que aún había alguien despierto. Me calcé
rápidamente y me pasé una chaqueta por los hombros.
-Ahora
vuelvo- dije saliendo por la puerta.
Miré
el reloj mientras cruzaba los 7 metros que más o menos separaban nuestra
mansión de la de las chicas. Las 11 y media. “Tampoco es tan tarde Harry” Me
dije.
Me
paré en el escalón más alto y espié por la ventana del salón. Luz. Así que
había alguien despierto por lo menos. N piqué al timbre si no que di suaves
toques en la puerta. Luego oí unos pies arrastrándose por el pasillo y llegando
a la puerta, los cerrojos se descorrieron y la puerta se entreabrió dejando al
descubierto la pequeña figura de Marie envuelta en una camiseta holgada y unos
pantalones cortos (para variar) Esa chica iba a coger la muerte definitivamente.
Estaba absorto en mis pensamientos cuando la pequeña su menuda mano por delante
de mi cara.
-¿Qué
coño te pica Harold? ¿Me has hecho abrir la puerta para ver cómo me contemplas
o necesitas algo?- susurró con su característico y borde tono.
-Creo
que me he dejado el móvil en vuestro salón.
Murmuró
un leve “pasa” y se hizo a un lado, arrastrando la puerta con ella.
Hice
el recorrido hasta el salón de memoria, se podría decir que ya me conocía cada
palmo de la planta baja de la mansión de las chicas y eso era porque nos
habíamos pasado prácticamente los últimos cuatro días distribuidos entre su
mansión y la nuestra. Sí. Las estábamos acosando ligeramente, pero ellas no se
quejaban porque al fin y al cabo eran directioners. Marie arrastraba su pequeño
cuerpo detrás de mí. Pude deducir que era la única despierta por la falta de
ruido y que solo había una cuchara metida en el bote de Nutella que descansaba
en la mesa que estaba justo delante del sofá. Levanté los cojines del sillón en
el que había estado toda la tarde sentado y ella perezosa se tiró en el butacón
negro, posó sus tobillos en la mesa y recogió el bote de Nutella dispuesta a
volver a asesinarlo lenta y dolorosamente. Tras inspeccionar los laterales
procedí a meter la mano en el hueco que quedaba entre el cojín y el respaldo.
Bingo. Saqué el pequeño aparato y lo giré entre mis dedos con cara de
satisfacción.
-Tenía
que caérsete, ya verás como así no ponías esa cara de retraído.- Bufó Marie.
-Joder
que mal humor ¿Te ha venido la regla pequeña?-contraataqué.
-Oh
no, solo un idiota a las 11 y media.
-Pero
si ni siquiera estabas dormida- protesté efusivamente.- Es verdad ¿qué haces
despierta cuando todas las demás están en los brazos de Morfeo?
-Tengo
insomnio- contestó mirándome con sus ojos verdosos.
Oh
mierda. Eso lo explicaba todo.
-¿Y
no puedes dormir?- Pregunté.
-Harry
¿Tú sabes lo que es el insomnio? Pues es un trastorno del sueño.
-Vaya
gracias Marie, me alegra que me tomes por retrasado.
-De
nada hijo. Eso te pasa por preguntarme si no podía dormir con insomnio.
-¿Y
por qué no te tomas una pastilla?
-Porque
no me funciona, solo duermo si me abraza alguien.
Muy
romántico. Una de dos o era una excusa para que la abrazase toda la noche o hablaba
en serio. Y Marie nunca dependía de nadie según lo que había aprendido en estos
cuatro días. Vale hablaba enserio.
-¿Te
vas a quedar toda la santa noche ahí plantado?
-Oh
no- dije sentándome- me voy a quedar aquí plantado.
-¿Qué
coño se supone que haces?
-Voy
a ayudarte a dormir.
-No-
dijo ella negando con la cabeza y haciendo que su rebelde pelos e metiera por
su cara- Lárgate de mi casa.
-Sí-
contesté yo, ella sería tozuda, pero yo era protector- Joder Marie, tienes
ojeras, necesitas dormir.
-Haz
lo que te salga de los cojones, al final siempre lo haces…- dijo encogiéndose
de hombros.
Dirigí
mi mirada hacia ella, la observé en silencio mientras se estiraba para coger el
bote de Nutella y la cuchara y procedía a volver a su asiento. Perezosamente
estiró la mano y me ofreció ambos instrumentos.
-Fíjate
si tienes una parte amable y todo.- la piqué.
-¡Fíjate
si no tienes cerebro! Quién lo iba a decir- contraatacó.
-Dios
que bordes sois las españolas.
-Si
te vas a pasar la noche tocándome los ovarios te largas- susurró frunciendo el
ceño mientras se giraba para mirarme de frente.
Me
paré en sus ojos verdes que me miraban ligeramente enfadados, enarqué una ceja
y le dediqué una sonrisa a la que contestó con una mueca. Le pasé un brazo por
los hombros y agarré un mecho de su pelo. Lo odiaba. Odiaba que le tocasen el
pelo y lo sabía de sobra.
-Verás
Styles- murmuró dulcemente.- Se rifan ostias y te va a tocar la lotería te lo
advierto.
-Qué
bonito, voy a ganar.- contesté enredando el mechón en mi dedo.
-Que
no me toques el pelo Harold- dijo con los ojos cerrados.
-No
te enfades mujer, eres una picada.
-Gracias
cariño.
Volvió
a dirigir su atención a la tele y nos quedamos en silencio. No era un típico
silencio incómodo en el cual estás buscando un tema para continuar la
conversación. No, era un silencio de los que se necesitan para respirar
ligeramente, ordenar las ideas y sonreír sobre todo. Se me pasó por la cabeza
un comentario que había hecho Zayn “Marie tiene acento” y yo estaba dispuesto a
demostrarle al de Bradford que se equivocaba.
-Marie-
dije suavemente soltando su pelo- ¿eres española?
Giró
su pequeña cabeza y entre las sombras distinguí claramente cómo se mordía el
labio. No podía ser. Era española. Tenía que serlo.
-Mi
pasado no importa Harry, lo que importa es el presente.
-A
mí sí me interesa el pasado.
-¿Y
por qué coño te interesa? ¿Piensas escribir mi biografía?- replicó jugueteando
con su labio inferior.
-No,
simplemente me interesa el pasado de las chicas que me importan. Y tú me
importas Marie. Quizás hasta demasiado.
Dfjsineidhayshsg, siguela, me encanta! :3 cjsnchxh jajaja
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