viernes, 29 de marzo de 2013

Que bordes sois las españolas


-Tíos, ¿habéis visto mi móvil?
Todos negaron la cabeza. Genial. A que me lo había dejado en el salón de las chicas. Esto era el karma por haber estado toda la jodida tarde más centrado en Marie que en lo que hacía.
-¿Creéis que las chicas duermen?
-Vamos a ver Harold, como todo ser humano las chicas duermen. Es obvio.- Respondió Louis con los ojos cerrados, los brazos cruzados alrededor del pecho y con una expresión de haber dicho la mayor verdad del mundo.
Estaba demasiado a mano para soltarle una ostia.
-Gracias Tomlinson, me aterraba pensar que quizás fueran unos extraterrestres.
-¿Sabes Louis?- dijo Liam- Deberían darte un premio por subnormal.
-¡Oh gracias Payne! No eres el primero que lo dice.
Me levanté del sofá y fui a mi habitación, las luces de la habitación de Marie estaban apagadas, pero parecía que aún había alguien despierto. Me calcé rápidamente y me pasé una chaqueta por los hombros.
-Ahora vuelvo- dije saliendo por la puerta.
Miré el reloj mientras cruzaba los 7 metros que más o menos separaban nuestra mansión de la de las chicas. Las 11 y media. “Tampoco es tan tarde Harry” Me dije.
Me paré en el escalón más alto y espié por la ventana del salón. Luz. Así que había alguien despierto por lo menos. N piqué al timbre si no que di suaves toques en la puerta. Luego oí unos pies arrastrándose por el pasillo y llegando a la puerta, los cerrojos se descorrieron y la puerta se entreabrió dejando al descubierto la pequeña figura de Marie envuelta en una camiseta holgada y unos pantalones cortos (para variar) Esa chica iba a coger la muerte definitivamente. Estaba absorto en mis pensamientos cuando la pequeña su menuda mano por delante de mi cara.
-¿Qué coño te pica Harold? ¿Me has hecho abrir la puerta para ver cómo me contemplas o necesitas algo?- susurró con su característico y borde tono.
-Creo que me he dejado el móvil en vuestro salón.
Murmuró un leve “pasa” y se hizo a un lado, arrastrando la puerta con ella.
Hice el recorrido hasta el salón de memoria, se podría decir que ya me conocía cada palmo de la planta baja de la mansión de las chicas y eso era porque nos habíamos pasado prácticamente los últimos cuatro días distribuidos entre su mansión y la nuestra. Sí. Las estábamos acosando ligeramente, pero ellas no se quejaban porque al fin y al cabo eran directioners. Marie arrastraba su pequeño cuerpo detrás de mí. Pude deducir que era la única despierta por la falta de ruido y que solo había una cuchara metida en el bote de Nutella que descansaba en la mesa que estaba justo delante del sofá. Levanté los cojines del sillón en el que había estado toda la tarde sentado y ella perezosa se tiró en el butacón negro, posó sus tobillos en la mesa y recogió el bote de Nutella dispuesta a volver a asesinarlo lenta y dolorosamente. Tras inspeccionar los laterales procedí a meter la mano en el hueco que quedaba entre el cojín y el respaldo. Bingo. Saqué el pequeño aparato y lo giré entre mis dedos con cara de satisfacción.
-Tenía que caérsete, ya verás como así no ponías esa cara de retraído.- Bufó Marie.
-Joder que mal humor ¿Te ha venido la regla pequeña?-contraataqué.
-Oh no, solo un idiota a las 11 y media.
-Pero si ni siquiera estabas dormida- protesté efusivamente.- Es verdad ¿qué haces despierta cuando todas las demás están en los brazos de Morfeo?
-Tengo insomnio- contestó mirándome con sus ojos verdosos.
Oh mierda. Eso lo explicaba todo.
-¿Y no puedes dormir?- Pregunté.
-Harry ¿Tú sabes lo que es el insomnio? Pues es un trastorno del sueño.
-Vaya gracias Marie, me alegra que me tomes por retrasado.
-De nada hijo. Eso te pasa por preguntarme si no podía dormir con insomnio.
-¿Y por qué no te tomas una pastilla?
-Porque no me funciona, solo duermo si me abraza alguien.
Muy romántico. Una de dos o era una excusa para que la abrazase toda la noche o hablaba en serio. Y Marie nunca dependía de nadie según lo que había aprendido en estos cuatro días. Vale hablaba enserio.
-¿Te vas a quedar toda la santa noche ahí plantado?
-Oh no- dije sentándome- me voy a quedar aquí plantado.
-¿Qué coño se supone que haces?
-Voy a ayudarte a dormir.
-No- dijo ella negando con la cabeza y haciendo que su rebelde pelos e metiera por su cara- Lárgate de mi casa.
-Sí- contesté yo, ella sería tozuda, pero yo era protector- Joder Marie, tienes ojeras, necesitas dormir.
-Haz lo que te salga de los cojones, al final siempre lo haces…- dijo encogiéndose de hombros.
Dirigí mi mirada hacia ella, la observé en silencio mientras se estiraba para coger el bote de Nutella y la cuchara y procedía a volver a su asiento. Perezosamente estiró la mano y me ofreció ambos instrumentos.
-Fíjate si tienes una parte amable y todo.- la piqué.
-¡Fíjate si no tienes cerebro! Quién lo iba a decir- contraatacó.
-Dios que bordes sois las españolas.
-Si te vas a pasar la noche tocándome los ovarios te largas- susurró frunciendo el ceño mientras se giraba para mirarme de frente.
Me paré en sus ojos verdes que me miraban ligeramente enfadados, enarqué una ceja y le dediqué una sonrisa a la que contestó con una mueca. Le pasé un brazo por los hombros y agarré un mecho de su pelo. Lo odiaba. Odiaba que le tocasen el pelo y lo sabía de sobra.
-Verás Styles- murmuró dulcemente.- Se rifan ostias y te va a tocar la lotería te lo advierto.
-Qué bonito, voy a ganar.- contesté enredando el mechón en mi dedo.
-Que no me toques el pelo Harold- dijo con los ojos cerrados.
-No te enfades mujer, eres una picada.
-Gracias cariño.
Volvió a dirigir su atención a la tele y nos quedamos en silencio. No era un típico silencio incómodo en el cual estás buscando un tema para continuar la conversación. No, era un silencio de los que se necesitan para respirar ligeramente, ordenar las ideas y sonreír sobre todo. Se me pasó por la cabeza un comentario que había hecho Zayn “Marie tiene acento” y yo estaba dispuesto a demostrarle al de Bradford que se equivocaba.
-Marie- dije suavemente soltando su pelo- ¿eres española?
Giró su pequeña cabeza y entre las sombras distinguí claramente cómo se mordía el labio. No podía ser. Era española. Tenía que serlo.
-Mi pasado no importa Harry, lo que importa es el presente.
-A mí sí me interesa el pasado.
-¿Y por qué coño te interesa? ¿Piensas escribir mi biografía?- replicó jugueteando con su labio inferior.
-No, simplemente me interesa el pasado de las chicas que me importan. Y tú me importas Marie. Quizás hasta demasiado.

1 comentario:

  1. Dfjsineidhayshsg, siguela, me encanta! :3 cjsnchxh jajaja

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